Comencé en este colegio con 2 años y aún me sigo acordando de todo lo que he vivido en él.
El colegio es una de las etapas más importantes de la vida, no solo por lo que aprendes sino también por la cantidad de amigos que te marcan, incluyendo compañeros/as y profesores/as. He tenido, como todo el mundo, asignaturas mejores (como Biología con Don Joaquín o Educación Física con Don Antonio) y otras más flojas (como Física y Química con Don Javier o Historia con Don Francis); pero inevitablemente con todos y cada uno de ellos (Seño Rosa, Seño María, Don Víctor, Don Luis, Seño Irene, Don Santiago, etc.) lo pasas bien y aprendes.
 He visto crecer a mis compañeros/as, he vivido momentos de muchas risas, otros de preocupación pero muchos otros de cariño. He visto evolucionar el colegio, las mejoras, el paso de diferentes profesores/as y alumnos/as y su forma de enseñar que se va actualizando cada vez más y mejor; porque de eso trata esta profesión, de ir formándose y aprendiendo continuamente.
Me alegro mucho de haber estado allí no solo como alumna, sino también como profesora, he podido dar clase y ver el funcionamiento desde otro punto de vista. Estoy contenta de haber podido formar parte de esta gran familia que ha creado el colegio, de poder seguir en contacto aunque no esté allí, de que sigan preguntándome qué tal me va, qué estudio ahora y siempre deseándome la mejor suerte del mundo. Estoy contenta de ser parte de la historia del Colegio San Joaquín.