FRANCISCO MARÍN FAJARDO

Cuando llegué a San Joaquín en 1º de ESO de 2007, ya había estado en 5 colegios, más los que vinieron al acabar Secundaria. Y sin duda de todos me quedaría con este.

Al ser un centro sin excesivo alumnado, la educación es mucho más personalizada, y el trato con el profesorado y compañeros más humano, basado en valores y convivencia. Allí supieron ver mi potencial cuando aún ni yo lo sabía. De hecho, fue gracias al Colegio San Joaquín que descubrí el punto medio entre lo que me gustaba, y lo que se me daba bien; allí tomé la decisión de qué quería ser en la vida.

Hoy en día, tras vivir en Murcia, Alicante, Ibiza y actualmente trabajar de director de marketing y publicidad en Bilbao, cuando puedo bajar a Linares siempre paso a ver mis profesor@s de los que tantos recuerdos y enseñanzas guardo.

Rotundamente, sería el colegio al que llevaría a mis hijos.