SANDRA BERJA

Aquí empezó mi pasión por las ciencias y encontré mi vocación, y gracias a la constancia y el esfuerzo que me inculcaron he conseguido ejercer como biotecnóloga en TAD, una empresa farmacéutica que prueba fármacos antimaláricos.

En el Colegio San Joaquín pasé sin duda los años más decisivos de mi adolescencia, tanto a nivel personal como profesional, y tengo mucho que agradecerle al profesorado que me acompañó durante esa etapa. Incluso a día de hoy se siguen preocupando por el alumnado que ha pasado por allí y hacen que te sigas sintiendo como en casa si vas a hacer una visita.

Tras hacer bachillerato en otro instituto, graduarme en Biotecnología en la Universidad de Cádiz y estudiar un Máster en Farmacología en la Universidad del País Vasco, puedo decir que en ningún otro sitio se trata a los alumnos de manera tan cercana y familiar. Estoy muy orgullosa de poder considerarlo mi colegio.